miércoles, febrero 27, 2008

La inconsistente prueba de la verdad

Ya que ayer mencionaba a Cicerón, vaya esta anécdota para conocer mejor su agudeza:
En una cena con Cicerón y otros hombres ilustres de Roma, una mujer cuarentona presumió de no tener más que treinta años. Como vio a su alrededor unas sonrisas incrédulas, quiso avalar sus palabras con el testimonio de Cicerón, quien la conocía desde hacía tiempo. Pero Cicerón se limitó a decir:

—Yo creo que lo que dice esta mujer debe de ser cierto. ¿Cómo va a mentir alguien que lleva más de diez años diciendo lo mismo?
Según cuenta Pedro González Calero, Filosofía para bufones, Ariel, 2007.

2 Sofismas:

El jue feb 28, 03:01:00 a.m. 2008, Anonymous Anónimo escribió...

¡JAJAJAJA! guao...con eso ¡la mató!

 
El jue feb 28, 11:18:00 a.m. 2008, Blogger el sofista escribió...

Tal cual...

Cicerón era un gran amigo de esa mujer... ;-)

 

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