miércoles, octubre 22, 2008

Un museo de monstruos ficticios (2)

Las criaturas que forman parte de esta serie son demasiados extrañas para caber en cualquier otra clasificación. Los europeos, desde la más remota antigüedad hasta bien pasado el Renacimiento, creían que había una gran variedad de bestias extrañas en el mundo, viviendo en los océanos, en los lejanos rincones del mundo o en el sótano de sus vecinos. Las explicaciones ofrecidas para esclarecer la aparición de estas extrañas criaturas fueron cambiando con el paso del tiempo: a veces se las consideraba una prueba del enojo divino y en otras ocasiones eran simplemente una deformidad de la naturaleza.

Año: 1573-1585.
Científico: Ambroise Paré.
Publicado originalmente en: Des Monstres.
Publicación actual: On Monsters and Marvels por Ambroise Paré, traducido por Janis Pallister.

En su descripción de este "monstruo marino", Paré observó que se parecía a un obispo vestido con ropas pontificias. No se sabe si Paré era un católico devoto, pero pocos meses antes de su muerte se dice que confrontó al Arzobispo de París en nombre de los pobres y los hambrientos de París. (Es probable que Paré no inventara a los monstruos de la nada sino que, en cambio, difundiera descripciones que le habían llegado.) Los enconos religiosos fueron muy comunes durante la vida de Paré y los siglos posteriores, de manera que no es una coincidencia que algunos monstruos se parecieran mucho a los clérigos. Es probable que en los períodos de disputa religiosa se prestara mayor atención a los supuestos monstruos y, por cierto, cambiaron las explicaciones de su existencia, pues éstas comenzaron atribuyéndolos a pecados como la avaricia y la vanidad para terminar con la blasfemia y la herejía.

Fuente: Strange Science (en inglés).

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