domingo, enero 31, 2010

Como si los jubilados no tuvieran problemas (9)

Hoy salimos a correr con la sofista, tal como es nuestra costumbre, cuando al pasar por el bar del pueblo vimos a los cuatro jubilados empeñados en lo que parecía ser una feroz competencia cervecera.

Al regreso de la gran vuelta nos volvimos a ver. Nosotros estábamos agitados por el esfuerzo y ellos parecían muy contentos. —Se los ve de muy buen ánimo —les dije a modo de saludo—. Diría que todos ustedes ganaron hoy.

—Los domingos no hay perdedores —me respondió Daniel—, pero para ser estrictos alguien siempre se las ingenia para ganar. —¿Y quién fue el afortunado? —Esta vez yo no fui —comentó Aníbal, mientras Beto me miraba y negaba con la cabeza: —Te está mintiendo —agregó como para no dejar dudas. —Yo lo que puedo decirte es que hoy ganó Beto —retrucó Carlos, quizás el más contento de los cuatro. —Hoy no le creas nada a Carlos —dijo Daniel—, jugó muy bien al truco y mintió hasta con la hora.

Apenas había alcanzado a darme cuenta de las contradicciones entre sus afirmaciones, cuando mi compañera sofista, a quien el ejercicio parece acelerarle las neuronas, interrumpió mis cálculos: —Si el ganador dijo la verdad y esto supone que al menos hay uno de ustedes que no mintió, entonces sé quien ganó la competencia.

¿En quién estaba pensando mi compañera?

Respuestas en los comentarios (clic en sofismas). Tomen en cuenta que lo importante es fundamentar las respuestas por vía lógica y no recurriendo a las artes adivinatorias.

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