lunes, octubre 17, 2016

Un Atlas V lanza la sonda OSIRIS-Rex




¿Han visto alguna vez el lanzamiento de un cohete al Sistema Solar? El mes pasado un cohete Atlas V despegó desde el Complejo de Lanzamientos 41 de Florida, transportando en la parte superior la sonda espacial OSIRIX-Rex.

La sonda robótica tratará de descender en el asteroide Bennu y traer de regreso a la Tierra algunas muestras de su superficie.

El asteroide (101955) Bennu gira alrededor del Sol en una órbita muy cercana a la de la Tierra. Mide unos 500 metros de diámetro, es muy oscuro (en la imagen de la derecha) debido a que su superficie está cubierta de carbono y tiene una probabilidad de colisión con la Tierra de 1/2 500 en los próximos mil años (ver la imagen al pie de la entrada).

Este breve y emotivo video —dura apenas 2,50 minutos— muestra el despliegue, el transporte y el lanzamiento del cohete Atlas V, además de un clip de la separación de los propulsores laterales.

Si todo sale según lo previsto, la sonda OSIRIX-Rex alcanzará a Bennu en 2018 y nos traerá las muestras en 2023. Uno de los objetivos científicos de OSIRIX-Rex es determinar si antiguas colisiones entre la Tierra y los asteroides carbonosos como Bennu suministraron a la Tierra cantidades adecuadas de agua y moléculas orgánicas para que la vida se desarrollara en nuestro planeta.

Asteroides no tan lejanos. Todos los días rocas provenientes del espacio golpean nuestro planeta. Sin embargo, la frecuencia de estos impactos es inversamente proporcional a la masa de los objetos involucrados. Muchos kilogramos de polvo espacial llegan diariamente a la Tierra. Pedazos un poco más grandes se ven inicialmente como brillantes meteoros. Piedras del tamaño de una pelota de béisbol y bolas de hielo cruzan nuestra atmósfera cada día, la mayor parte de las cuales se evaporan con mucha rapidez y dejan un breve rastro de luz. Los objetos con un tamaño cercano a los cien metros, que por término medio impactan contra la Tierra cada mil años, representan un verdadero peligro. Un objeto de este tamaño podría generar enormes olas (tsunamis) si cayera en el océano, con lo que podría llegar a devastar aún las costas alejadas. Una colisión con un asteroide aún más masivo, con un diámetro superior al kilómetro, es algo más raro: este tipo de acontecimiento se produce típicamente cada muchos millones de años, pero las consecuencias del impacto podrían afectar a todo el planeta. Muchos asteroides todavía no fueron detectados. Uno de ellos pudo descubrirse en 1998: es la extensa traza azul que se observa en la imagen mostrada al comienzo de la entrada, tomada por el Telescopio Espacial Hubble. Pero hay más (clic en la imagen para ampliarla). Leer la entrada completa.

Vía Foto astronómica del día correspondiente al 17 de octubre de 2016. Esta página ofrece todos los días una imagen, fotografía o video del universo, junto con una breve explicación escrita por un astrónomo profesional. Crédito de la video y derechos de autor: United Launch Alliance, NASA.

Nota: Síganme en Twitter (@astrosofista) para saber más sobre el universo y mi mundo. Desde que comencé a tuitear hace once equinoccios, unos 48 000 tweets ilustran y amplían las más de 4600 entradas publicadas en el blog desde su inicio, en mayo de 2004. ¿Qué esperan para unirse a esta gran conversación? Ya somos más de tres mil.